Casi nada queda de este planeta,
el ansioso hombre con tecnología
ha cambiado toda la geografía
sin imaginar que no es buena treta.
La capa de ozono está destrozando
por tantos aerosoles que ha inventado
y cada día se hace el despistado
para seguir la tierra amenazando.
Incendios, lluvias e inundaciones,
dolor, tristeza, enfermedad y muerte,
hoy de desgracias está lleno el mundo.
Y no es posible guardar ilusiones,
pues a la deriva el mar de la suerte
conduciéndonos va a lo más profundo.
YALI
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