jueves, 10 de abril de 2014

TENDRÁS QUE BORRAR



¿Qué más quieres de mi, bien mío?
si toda mi vida
desde que mi candidez
te entregué sin cobardía
la he pasado amándote sin descanso
anhelando encontrar en tus ojos
un deje de amor sin falsía?

¿Qué más quieres de mí?
si amante inexperta soy
porque mi único profesor
en las artes del sexo
tan solo tú has sido
y yo, tu fiel esposa
con el roce de tus manos
mi cuerpo he estremecido
sintiendo que de mi piel
tu piel es mi abrigo?

¡Y no es por serte fiel
que a ninguno he permitido
tocar mi cuerpo
que solo para tu culto
ha sido templo sagrado!
es porque me respeto como mujer
y como la esposa
que ante Dios he jurado.

¿Qué más quieres de mi?
en que falla mi esfuerzo vano
por tenerte completamente
en pensamiento, cuerpo y alma,
sin que tu ser por otra pierda la calma
llevándote al placer en un momento?

Si sabes que Dios
con mortales contagios
tu pecado no ha castigado...
por qué buscas oportunidades
de instantes de pasión,
que tanto a ti, como a mi
nos exponen a peligros indeseados?

¡A ti esto jamás te ha importado!
Y hoy revivir no quiero el tiempo pasado,
hoy no quiero revivir mis luchas por tenerte,
ni mis celos desquiciados,
ni mis noches de insomnio
con mis ojos anegados.

Hoy por fin pienso
que mi pensar ha cambiado,
hoy me he dado cuenta
que a otro puedo entregar
un amor desmedido
como el que tu has desaprovechado.
Hoy siento en mi lacerado corazón
que si cometes otro pecado
tendrás que borrar de tu mente
mis caricias de ternura,
mis arrebatos de pasión,
mi faz, mi cuerpo y...
mi amor por ti desbordado.

Hoy se que te condenarás
a la amargura de sentirme ajena
y al dolor que cada día
taladrará tu desvalido pecho
en amargura y lenta agonía.

A añorar en tus noches 
de repetido insomnio
mi desnudo cuerpo en tu lecho
y a clamar a Dios muy sabiamente
¡Regrésamela señor, acaba mi agonía!

Pero será demasiado tarde, porque...
yo no perdonaré más
tu infidelidad y felonía.

YALI
Derechos de autor:  10-394-240

EL GATO Y LA LUNA


¡Pequeña pantera, 
ágil y perspicaz!
en la antiguedad símbolo 
de las esferas divinas, 
de un mundo imaginario
donde te convertías
en la forma del dios 'RA'
Luego de un apacible día
en mullidos cojines y sofás,
te adentras en la calma umbría
con ojos de ágata brillante
y maullidos agrestes
a perturbar el sosiego
de la gran inmensidad.
Te paseas por tejados
con mullidas patas de algodón
y tus sentidos se clavan
en la luna plateada,
semejándola ovillo de lana
a la que sin reparo...
con sutiles garras
¡Quieres desmadejar!.

YALI
Derechos de autor:  10-394-238