¡Cuántos años de silencio!
De aprovechar el momento
de inspiración y sentimiento,
para implorar en poemas
que acabe el dolor y el sufrimiento.
Poemas que a nadie importan
porque piensan que del poeta
es su sentimiento el sustento.
¡Cuántos años de silencio!
de guerras inexplicables
y abatimiento del pueblo,
de desarraigo del terruño de los desplazados
que nadan entre el dolor y el recuerdo.
De incertidumbre de las madres
a quienes sus hijos arrebatados
y sin prueba de supervivencia,
temen, hayan sido asesinados.
De secuestrados que viven sus años
perdidos en constante agonía,
de chiquillos reclutados y obligados
a llevar en sus frágiles manos
un fusíl, sin cobardía,
para matar con hombría
y sin importar a quién,
con tal de preservar
de su familia la vida.
De comunidades indígenas amenazadas
y sus miembros inmolados
por defender cultura y tierra,
que con lucha y esfuerzo
sus ancestros han dejado.
De campos sembrados de minas
que sin distinción de raza,
desmembrados cuerpos dejan
luchando en incierta vida
por sobrevivir en este mundo
de guerra, intolerancia y falacia.
De pueblos abatidos
por el terror y el miedo,
que han hecho de Colombia
un panteón de silencio.
De permitir que los ilegales
muestren una realidad tergiversada
a países internacionales.
¡Gritemos y dejemos la complicidad!
Gritemos para que nuestra Colombia
sin injusticias y muertes inútiles,
¡Viva en paz y libertad!.
YALI
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