Tu mente confundida con el trago
se nubla, no permitiéndote ver,
que dentro de tí está el enemigo aquel
que torna todo tu ser aciago.
Agobias a tus seres amados
llenando su existencia de temor
y haciéndolos olvidar el amor,
afliges sus corazones callados.
No te importa jamás el qué dirán
porque en tu estado de embriaguez
es tu dueña la inconsciencia.
Y al sentir que de tí se alejarán,
tórnase tu estado en languidez
y suplicante, pides clemencia.
YALI
Derechos de autor: 10-226-213
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