Afligido mi corazón doliente,
piedad por tanto dolor va exigiendo,
que ya la muerte me vaya enfolviendo
y a una fosa fría me arroje indolente.
Pero la mísera no me consciente,
cuando la añoro, vuélvese distante,
no quiere acercarse ni un solo instante
y ya no hay nada que mi ser aliente.
¡Oh muerte! ven y llévame en un vuelo
al abismo oscuro de la soledad
donde ya no sienta dolor ni pena.
Permíteme alejarme de este suelo,
donde el engaño se impone a la verdad
y libérame de esta cruel condena.
YALI
Derechos de autor: 10-228-188
No hay comentarios:
Publicar un comentario