¡Me arrebataron la vida!
de todas las ilusiones y sueños,
se volvieron ellos los dueños,
sin permitirme hallar salida.
Mis manos atadas con cadenas
ni una nota pudieron escribir
y mi vida veía sucumbir
sangrante de torturas y penas.
Divagaba en mi mente
tratando olvidar el momento,
pero era éste otro tormento
que calcinaba mi frente.
Por abruptos senderos
a caminar me obligaban
y las plantas de mis pies se ajaban
candentes como calderos.
Hambriento y debilitado
soñaba con mi regreso
de esa selva donde estaba preso
con mi vida y sueño mutilado.
Más sin pensarlo una tarde
me llené de arrojo y fiereza,
escapé por la selva espesa
sin hacer de mí alarde.
Tan solo con el pensamiento
puesto en mi libertad,
pude contemplar la majestuosidad
de mi patria y su firmamento.
Después de mucho andar,
de llagas y heridas lleno,
mis ojos contemplaron en pleno
soldados de mi Ejército Nacional.
Con mis ojos anegados,
mi boca reseca
y ya sin una mueca
grite: ¡Libertad, libertad!
¡Y creí a la vida regresar,
pero éste era otro absurdo,
porque acabado mi mundo...
debí volver a empezar!.
YALI
Derechos de autor: 10-226-231
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