El día saber no me es permitido,
ni la hora, ni el lugar, ni la forma,
en que implacable y en perfecta horma,
arrebatarás mi último latido.
Guadaña implacable de la muerte,
me llevarás a destino ignorado,
arrebatándome lo por mí amado,
dejándome a la deriva en suerte.
Mirarte de frente me da miedo,
pues a recibirte no estoy preparada
porque me perturba tu apariencia.
Y aunque en vida fuese ya un remedo
y sin aliento me sintiera agobiada,
no te aceptaría sin pedir clemencia.
YALI
Derechos de autor: 10-226-235
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