¡Recuerdo hoy a mis padres muertos!
¡A mi madre jamás la olvido!
Lejos del hogar en una cama fría
de un triste y lóbrego hospital,
sus ojos cerrados ya no se abrieron,
su pálido rostro se aferró al vacío,
sus manos dormidas ya no acariciaron
e inerme partió hacia el olvido.
El dolor de mi padre
lo reflejó en sus versos
llenos de amor por aquel cuerpo inerte
que consumido lo llevó al pasado.
Pocos años después...
también a él lo acarició la muerte.
Lejos del terruño yo me encontraba
y aquella noticia me arañó el alma.
Con gran tristeza pregunté a mi hermana:
¿Cómo murió?
con nudo en la garganta me dijo triste:
"Al hospital fue llevado
porque una pierna le dolía
y diciendo que mejor se sentía...
en un fatal instante
un grito de dolor salió de su pecho,
su rostro desencajado palidecía,
sus ojos no encontraban a qué asirse,
de un suspiro quedó suspendido
y sin pensarlo fue a morirse.
Dejando escapar su alma hacia la orilla
a morir con él me invitaban sus ojos
y sin querer mirarlos yo le decía:
¡Padre amado no puedo acompañarte
porque mis hijos me necesitan viva!."
YALI
Derechos de autor: 25-07-2012
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