Eres el dueño de mi ser,
de mi amor y mi candor de ayer.
El dueño de mis sentidos,
de mi corazón y sus latidos.
El dueño de mis sueños,
de mi mente y sus ensueños.
El dueño de mi mano
que te plasma en versos
cada vez que te extraño.
El dueño de estos ojos
que te miran extasiados
aunque a ellos des abrojos.
El dueño de la sangre
que corre por mis venas
queriendo salir de ellas
si tu humanidad siento ajena.
El dueño de esta piel
a la que brindas caricias de hiel.
El dueño de este cuerpo...
del que bebes toda la miel.
YALI
Derechos de autor: 10-306-80
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