He cumplido medio siglo
que ni mucho menos es un día,
palpitante mi alma,
hoy se aferra más a la vida.
¡Hoy no me importan más las heridas!
Los desengaños y las tristezas,
bajo duro concreto
las enterré en mi alma,
con tesón y con fiereza.
¡Ya nadie podrá dañarme!
pues al olvido eché
los gestos falsos,
el falso amor
y el desengaño latente.
Falacias, embustes y patrañas,
que laceraron mi corazón,
las borré para siempre de mi mente.
Cada cicatriz, cada dolor,
cada pena de mi corazón,
partió muy lejos,
dando paso al sosiego
que me permitirá
abrazarme a la muerte
y en completa calma,
viajar a sus confines
sin un susurro de reniego.
YALI
Derechos de autor: 10-323-59
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