En sus labios...
tan solo una palabra
¡Mamá!
Tiembla su cuerpo apuñalado
y la abraza el barro del suelo.
Opresión, agonía, estertor profundo
y el mundo enajenado.
Tan solo su respiración
y la del sanguinario.
Se sobresaltará el sueño
con pesadillas latentes,
llegará la aurora y con ella...
cuerpo desgarrado,
mente enajenada,
lágrimas de ácido
y el alma quemada.
El vecindario murmurará,
quizá los diarios
su funesta historia publicarán,
pero la deshonra
esculpida en su mente...
¡Por siempre perdurará!.
YALI
Derechos de autor: 10-315-211
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