Placentero éxtasis otrora diste
llenando recintos con tu melodía
y tus dientes de mármol sonreían
si a todos dejabas en sentir triste.
Tu sonoridad no esparcías en vano,
tus notas suaves las llevaba el viento
hasta confines y hasta el firmamento,
y a todos tocabas siempre ufano.
Hasta que una mañana sin pensarlo,
al paraíso perdido se fue tu dueño
dejándote solo, triste y dolido.
Y fueron todos, tu son a evocarlo,
sin saber que de tu sitio de ensueño
fuiste llevado al desván del olvido.
YALI
Derechos de autor: 10-345-152
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