¡Cómo ver los gritos de dolor!
¡Cómo escuchar el sufrir de los pobres!
¡Cómo dar un poco de felicidad...
a quienes con gritos de dolor e imploro
y tez marcada por la hambruna...
tienen su sonrisa a flor de labios!.
niños, mujeres, ancianos,
emigrantes, prófugos y desocupados,
imploran en angustia ser escuchados.
Son los pobres las víctimas primeras
de malnutrición y hambre en el mundo.
Ser pobre es verse atacado por peligros
que comprometen la supervivencia.
Para los pobres el valor de la vida
es poco significativo.
¡La muerte es lo cotidiano
que no discrimina edad
ni condición previa!
Las guerras les arrebatan todo.
Viven el día a día con mente despierta,
sobreviviendo en casas de sueños,
en comodidades tejidas al viento,
en camas dibujadas en papel de anhelos;
con el estómago rugiendo de hambre
sin un bocado que nutra su aliento.
Pero desde el alba, en sus labios aflora
de oreja a oreja una sonrisa
y en su afán de ayudar a quien lo necesita,
entretienen su mente, impregnándola
de la anestesia que no les permite
que su estómago... de hambre siga rugiendo.
Ya no esperan nada del rico,
ni su dinero, ni su abrigo viejo,
ni un mendrugo que... ¡aplace su deceso!
YALI
Derechos de autor: 10-290-163
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