Hechiceros tus ojos al mirarme
lanzaron púas a mi contorno esquivo
y engañaron mi corazón altivo
en dulce canto para doblegarme.
Penetraste suavemente en mi selva,
vertiste en mí tu sabia en bulerías,
tras mis ambiciones talaste utopías
y agotaste mi olor de madreselva.
Tu hambre en mi selva dormida calmaste,
el sabor de tu piel impregnado en mí...
en ósculo ardiente tu lengua dejó.
y en mi corazón profundo dejaste
para entregarme a ti en loco frenesí,
amor sublime que por siempre quedó.
YALI
Derechos de autor: 10-289-316
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