Mi corazón se regocija cada día
al encontrarte en mi y llenar de dicha mi vida.
Lo bueno y maravilloso que me das,
me permite despertar cada nuevo día
para agradecerte tanta belleza
y vivir en verdad sin falsía.
Gracias Dios mío
por mi salud intacta y mi hogar,
por el alimento que no nos ha de faltar,
por el lecho en que podemos dormitar,
por el vestido que cubre nuestra desnudez,
por mis hijos y su seguro caminar
y por perdonar mi equivocada altivez.
Gracias por mi razón
aunque a veces mi pensamiento yerre
y de ti me haga dudar.
Gracias por mis ojos
porque me permiten ver
el universo y la natura,
el Sol, las estrellas y la Luna
y entender que eres tú ¡Por ventura!.
Gracias por mis oídos
que llenan mi ser de la melodía dulce
que en trinar permanente
la natura entona desde el amanecer.
Gracias por mi boca
que palabras puede pronunciar,
palabras amables o a veces...
hirientes, sin pensar.
Te pido en tu infinita bondad
que ocluyas en mi boca
esas palabras hirientes
para no causar daño a nadie más.
Gracias por mi olfato,
porque percibe el aroma
del aire puro y de las
bellas flores que asoman.
Gracias por mis piernas,
porque en vaivén perfecto
me llevan por el camino correcto.
Gracias por mis manos
que tienen su función,
que ayudan, acarician y entregan,
y se unen...
¡Para agradecerte en oración!.
YALI
Derechos de autor: 10-256-275
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