Perdido todo el júbilo de vivir,
hoy solo escribo para mí.
Mi vida ha sido de pruebas,
desengaños y sufrimientos,
que me han llevado al cansancio
y la desesperanza.
Hoy, evoco mis años de tierna infancia
donde el juego y la tranquilidad
eran mis únicas preocupaciones.
Pero al llegar la juventud,
mi mirada cual flecha alada,
en su corpulento cuerpo se perdió
y al cruzarse con el verde de sus ojos,
en abandono total mi loco corazón
desde aquel instante...
tan solo por él latió.
y así, el viacrucis de mi vida comenzó,
gélidas noches en soledad,
sueño evadido y el frío
abrazando mi cuerpo desnudo.
El fruto de sus vanos, superfluos
e ilicitos amores,
brotó en mi frágil corazón
exhalando llanto.
Sus afiladas falsías cual cuchillo,
rasgaron mi pecho hiriéndome el alma,
el perfume de mi cuerpo
caía a gotas sobre el lecho vacío
y el dolor ensombreció mis días;
más él, permanecía imperturbable.
Años, dad la vuelta
y regresad el tiempo...
¡A un segundo antes de conocerlo!.
YALI
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