Manto etéreo iluminado por tenue luz
que despliegas sombras sobre este suelo,
suelo bañado de sangre y llanto
de hombres dolidos por tanto duelo.
Duelo por el daño al labrador causado,
que labra callado en desespero ingente
terruño infertil que el desalmado
en fumigaciones ha devastado
¡Dejando en ruina a toda su gente!.
Duelo por el que abandonado a su suerte
con cadenas aprisionando cuello y manos,
olvidó que existe la palabra hermanos
porque en su constante sufrir
¡Ni aún buscándolo viene la muerte!.
Duelo por los niños indefensos,
violados, maltratados y golpeados
por viles seres
que apabullan su tierna existencia,
obligándolos a permanecer callados
viviendo inermes tanta inclemencia.
Duelo por la mujer fuerte
que en silencio llora desconsolada
a esposo e hijos que en guerra infame
sueños y vida les fue arrebatada;
y con dolor infinito en el alma,
sigue arrastrando abatanada
su triste vida sin hallar calma.
Duelo por esta tierra que hoy devastada
llora la incertidumbre de los humanos
que no supieron cuidar con sus manos
la fortuna, que ella tenía guardada.
Duelo porque tras la cortina desmantelada,
nos acecha la muerte y nos abraza
el sueño marchito de solución escaza,
sabiendo que hoy no queda
¡Nada de nada!.
YALI
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