Tus arenas me abrazan
y a mi vista no alcanza
la vastedad de tu silencio.
Tu ardor fulgura en el cenit
calcinando mi piel
y secando de mis ojos
las lágrimas aún no derramadas.
La sed, es la compañía
que da luz a mi vida,
siento que mi piel se evapora
y sin abandonarme la angustia...
no me permite pensarte,
aún sabiendo...
que eres la única salida
a mi alma ya chamuscada.
Mis fuerzas flaquean,
mi mente se ausenta,
pero aún consciente...
diviso a lo lejos
mi oasis de esperanza,
donde saciaré mi sed
salpicada del Edén
que acaricia mi alma.
YALI
Derechos de autor: 10-290-164
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