lunes, 24 de marzo de 2014

VERANO ETERNO



Y de pronto...
cesaron las lluvias,
el sol abrasador
se desplegó en silencio
calcinando las entrañas.
Se evaporaron las cumbres nevadas
y los ríos se detuvieron,
el verde perdió su clorofila
tornándose ocre y seco,
los pastos crujientes
danzaron a la par
con las chispas de fuego
y ocultándose el paisaje
tras cúmulos plomizos de humo,
el chisporroteo venció la calma
apoderándose del silencio.
Las gargantas ahogadas
y los ojos en plañidera,
detenían corazones
sin un deje de esperanza.
Y el mundo vio compungido
el calor que lo abrasaba,
y en sordos gritos la tierra
por su humedad reclamaba,
y todos con párpados caídos
no se atrevían a mirarla,
y los cultivos del suelo
por las llamas consumidos,
tornaron el paisaje verde
en asolado terreno baldío.
Y con olor a muerte erraron
los que habían sobrevivido,
y el sudor se evaporó 
de sus cuerpos afligidos,
y secándose por dentro
ni un sudor, ni una lágrima
vislumbraban sus quejidos.
¡Todo duró por poco tiempo!
la negligencia del hombre
la cobró la Madre Tierra
entre arañazos y tormento.

YALI
Derechos de autor:  10-394-237

martes, 11 de marzo de 2014

EL TIEMPO



El tiempo no es el correr
de las horas que vemos en el reloj,
no es la lluvia, la nieve,
el viento o el sol.
El tiempo es el camino recorrido
que obtiene identidad
con nuestras huellas,
es tropezar en invisibles rocas
y hundirse por instantes
en las arenas movedizas
de las horas que nos atrapan
con desesperanza y amargura.
El tiempo es la evocación 
de momentos de ternura
en vibrantes pasiones
de anhelos y locura.
El tiempo es añorar
tus huellas, junto a las mías
y esperar la esencia matutina
para encontrar en ella
tu hermosura.
El tiempo es la nívea escarcha
que en nuestras cabezas se instala
y es la incesante llama de fuego
que a cada segundo se apaga.
El tiempo es ese maestro
que sin escuchar preguntas,
responde sobre la vida
en situaciones barruntas.

YALI
Derechos de autor:  10-394-236

martes, 4 de marzo de 2014

PROFETA


Desgastadas tus sandalias
bebiéndose el desierto
y tu túnica raída
por el paso del tiempo,
profetizaste la palabra sublime
que serafín alado
te notificó del supremo.
te impuso sus manos
abriendo tus sentidos
para que escucharas así
del silencio los sonidos.
Tu lengua desbordó en elocuencia
con vibrante sabiduría
y pregonaste sin cesar a todos
del Creador la supremacía.
Y vagaste por todo el mundo
cansado y sediento
y sin un reproche en tus labios
luchaste sin perder aliento
sembrando en los corazones
el poder de salvación
instándolos a llegar a ella
sin percances ni aflicción.

YALI
Derechos de autor:  10-394-235